Camilo Suárez en pleno concierto el 11 de agosto de 2018: Carnaval Fest.

Bajo Tierra: “música que transcendió a la cultura popular”

Santiago Arango Naranjo
5 min readSep 25, 2018

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Con un concierto clandestino regresó a los escenarios tras 10 años de silencio uno de los grupos fundamentales del rock colombiano, luego se presentó en el Cerro Nutibara y en el Carnaval Fest 2018. Hablamos con Papo -su guitarrista-, Lucas Guingue y Camilo Suárez, sus voces líderes; charlamos sobre ese trasegar en el rock que ha marcado a varias generaciones con canciones como Ojos enfermos, Slam Dance, El pobre, Killer Monkeys, Todo bien y Las puertas del amor.

Santiago Arango Naranjo // @santiagocancion

Fueron entrevistas al grano y se lograron luego de múltiples intentos en la concertación de agendas. Una parte se logró mientras se movilizaban en automóvil rumbo a una prueba de sonido y la otra, fue realizada por Alexander Otálvaro de la Emisora Cultural Universidad de Antioquia; ambas vía telefónica. Aquí destacamos puntos claves de esas charlas.

Santiago Arango: Luego de su show más cercano y que habían ofrecido en 2008, ¿Cómo fue ese concierto en Barnaby Jones el pasado mes de junio de 2018?

Camilo Suárez: ¡Muy bueno!, fue tocar según las circunstancias en las que estamos que es reencontrarse y para mi por ejemplo fue como volver a la primera vez que toqué con Bajo Tierra: Sucedió en un bar, con el público cerca y la banda sonando duro; así que a la banda le cayó muy bien regresar tocando en esa condiciones.

¿Han sentido una carga de responsabilidad con la expectativa que ha despertado verlos de nuevo en los escenarios?

Papo: ¡Claro! Aunque yo lo llamaría una ganas de retribuir a eso que la gente está esperando.

Lucas Guingue: Me gusta mucho el punto de Papocho, ¡Es retribuir, devolver ese afecto! Y también hemos sido lo suficientemente neuróticos para que cada que nos subimos a un escenario estemos preparados y nos ocupemos de que las cosas salgan bien.

Después de ese concierto clandestino en junio, transitando por plena avenida El poblado de regreso a casa, quedé con una pregunta y la conversaba con mi esposa, le decía: ¿Cómo será la reacción de un público joven que nunca ha visto a Bajo Tierra en concierto pero que ha vivido su música a través de otros medios como Youtube? En ese orden, ¿Qué lectura hacen del público joven?

P: Yo creo que es muy interesante, hablábamos en estos días sobre nuestra música y concluimos que es muy atemporal, entonces pienso que los pelaos se pueden conectar. Puede ser que nos descubran y nosotros descubrir nuevas personas, es una oportunidad bonita que las generaciones que nos escuchaban en una grabación nos puedan ver en vivo.

Hay un hecho muy representativo: los pelaos que nunca los habían visto en un show sí reconocían sus canciones -hay que reiterarlo- y un ejemplo es “El pobre” que la tocan en noches de guitarreada callejera acompañados de una botella de vino. ¿Cuál es la historia detrás de esa canción y qué rol juega ‘Panelo’, músico que participó en su concepción?

CS: La canción nace de ‘surrunguiar’ en una acera, en un muro, surge de darle vueltas a unas melodías… la canción tiene varias cosas que la alimentan.

Una es pensar en alguien que está metido de pies a cabeza en la fiesta y que se está perdiendo; una persona lo maldice y esa maldición consiste en que tenga una fiesta eterna: invertir un papel de lo deseado y convertirlo en castigo.

“El pobre” también incluye otras rerefencias: juega con el cuento “Las zapatillas rojas” de Christian Andersen; la película la “La vendedora de rosas” también ejerció un papel importante, incluso tienen que ver una canción de Celia Cruz y la película Doña Bárbarade María Felix.

Ahora, cuando se estaba componiendo, Panelo –que era un personaje muy especial e integró el grupo La derecha- llamaba a una novia que tenía en Bogotá y le ponía de serenata lo que llevábamos de la canción; fue él dentro del grupo el primer enamorado del tema, era a quien más le gustaba; no le tocó ver el disco terminado pero al final aparece su voz diciendo “bacano hermano”.

Bajo Tierra empezó permeado por las máquinas y la electrónica en canciones como Sala X y En la fila, una época donde figuraba Estados Alterados y sonaban canciones claves como El inspector de Código; luego en 1994 sale su primer larga duración que incluye alusiones al Urabá y una canción emblemática como “Ojos enfermos”; acto seguido el disco “Lavandería real” y su relación con la calle y muchas historias de Colombia resumidas ahí.

¿Cómo fue la transición de pasar de lo electrónico para llegar a un disco de rock callejero con rasgos latinos como es Lavandería Real?

P: Son expresiones que nos llaman la atención en alguna época: el fundamento de Bajo Tierra viene con lo que uno crece y lo que a uno le gusta, por eso el tema del punk y el new wave siempre ha estado presentes en las letras y la música; no ha sido una búsqueda muy consciente pero sí muy propia, ¿de dónde se alimenta uno?, pues de todo lo que uno conoce o lo ha influenciado.

En los 90 había una movida hacia lo electrónico pero nosotros sin ser ajenos –hemos siempre explorado con máquinas y teclados-, nos movemos con comodidad en muchos caminos pero finalmente la base del bajo, la batería y la guitarra siempre han estado; los mismos instrumentos nos ha permitido pasearnos por diferentes estados. Así que cada disco tiene su tiempo, sabor y condición pero también conserva un alma y una base profunda.

LG: El disco de 1994 fue nuestra primera experiencia de estudio y fue la base para hacer que Lavandería Real –LR- fuera un buen disco y mucho mejor que la primera grabación; LR es un álbum que hace una lectura de un momento histórico de la ciudad y el país.

En pleno 2018 el álbum es considerado imprescindible de nuestro rock nacional pero, ¿Cómo fue recibido Lavandería Real 20 años atrás?

LG: La aceptación masiva fue gradual; en su momento tuvo buena acogida a un nivel de la escena rockera pero por ejemplo el primer sencillo que fue “Las puertas del amor” se recibió con cierto misterio porque era un tema de salsa interpretado por un grupo de rock; tuvo que pasar como un año para que con canciones como El pobre el disco alcanzara más notoriedad, más en aquella época.

Ya que fue prensado por Codiscos, ¿Es posible reeditar ese álbum?

CS: En este momento estamos tomando decisiones sobre temas legales para lograrlo pero queremos hacerlo trascendiendo esa posible reedición, es decir, queremos hacer algo más, por ejemplo, en el disco no salió un cover de Bob Marley llamado “Una taza de café” y sería bueno incluirlo; también en los ensayos han salido otras ideas que nos empujan a una nueva propuesta, grabación, nuevas versiones de las canciones, producir un Ep, estamos decidiendo qué vamos a hacer…

Finalmente, ¿Ustedes son conscientes de lo que han significado para el rock colombiano?

LG: No… y creo que lo estamos descubriendo. Nosotros siempre hemos estado guiados por la pasión de la música y de las corrientes en las que nos hemos movido. Siempre trabajamos pensando en nuestro mundo underground contracultural pero es grato encontrar que esta música transcendió a una cultura popular de otro orden.

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Santiago Arango Naranjo
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Written by Santiago Arango Naranjo

Periodista. Papá y esposo. Esp. Comunicación y Periodismo Digital. Mg. Comunicación Digital. “Hay una grieta en todo. Así es como entra la luz”. LC.